
El crecimiento sostenido del sector construcción se ha consolidado como uno de los principales motores de la economía salvadoreña, impulsado por un entorno de mayor seguridad y por la llegada de nuevas inversiones al país. De acuerdo con datos oficiales, la industria registra un crecimiento superior al 30 %, reflejando un dinamismo que no se observaba desde hace décadas.
La mejora en las condiciones del país y la simplificación de trámites para el desarrollo de proyectos han favorecido el surgimiento de iniciativas públicas y privadas de gran escala. El director ejecutivo de la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (COAMSS-OPAMSS), Luis Rodríguez, señaló que entre 2020 y 2025 se contabilizan 120 nuevos proyectos constructivos, una cifra que confirma la vitalidad del sector.

Rodríguez destacó que solo en el último año se han aprobado 67 proyectos en altura, lo que representa un aumento del 52 % dentro del período analizado. Este comportamiento evidencia el fortalecimiento del mercado inmobiliario y la creciente demanda por infraestructura moderna.
El dinamismo del sector también se refleja en su impacto laboral: actualmente genera más de 167,500 empleos directos e indirectos, con la participación creciente de mujeres, quienes representan alrededor del 10 % de la mano de obra en obra gris, un indicador que apunta a una mayor inclusión dentro de la industria.
Además, los servicios vinculados a la construcción como arquitectura, ingeniería y estudios especializados han crecido un 50 %, ampliando la cadena de valor y aportando al fortalecimiento de la actividad económica en todo el territorio.
El aumento de proyectos y empleos posiciona al sector construcción como un pilar clave para el crecimiento económico del país, contribuyendo a la modernización urbana, la atracción de inversión y la generación de oportunidades para miles de familias.
