La economía mundial se encamina hacia su peor década en términos de crecimiento en más de medio siglo, según el más reciente informe del Banco Mundial (BM). El organismo proyecta que el crecimiento global para este año apenas alcanzará el 2.3%, una cifra que refleja el estancamiento económico impulsado por múltiples factores estructurales y coyunturales a escala global.

Entre las causas señaladas se encuentran las políticas proteccionistas adoptadas por algunas potencias, como las impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien impuso un arancel universal del 10% a todas las importaciones y tarifas aún más elevadas a productos provenientes de China. Estas medidas, sumadas al incremento de impuestos al acero y al aluminio, han generado tensiones en el sistema de comercio internacional, provocando inseguridad en los mercados y frenando la inversión.

Sin embargo, el BM señala que el débil crecimiento no puede atribuirse únicamente al proteccionismo comercial. Otros factores que pesan son el envejecimiento poblacional en economías avanzadas, el bajo ritmo de innovación tecnológica en sectores clave, y el aumento del endeudamiento público y privado en países en desarrollo, lo que limita su capacidad de respuesta fiscal ante crisis económicas.
Además, los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19 y los conflictos geopolíticos como la guerra en Ucrania o las tensiones en Medio Oriente han alterado cadenas de suministro, elevado los costos de energía y alimentos, y generado un entorno de incertidumbre que desalienta el comercio y la inversión a largo plazo.

Frente a este escenario, el Banco Mundial insta a los gobiernos a reforzar las reformas estructurales, invertir en infraestructura sostenible, mejorar el acceso a la educación y promover la cooperación internacional para revitalizar el crecimiento económico global y evitar una década perdida para el desarrollo.