
El sistema financiero salvadoreño ha mostrado una fortaleza significativa en sus niveles de liquidez, de acuerdo con cifras publicadas a julio de 2025.
Los datos evidencian que las distintas instituciones han reforzado sus colchones para afrontar posibles choques y fortalecer la confianza en el sector, en consonancia con los compromisos adoptados ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los cuatro bancos más grandes mantienen un nivel de liquidez cercano al 20% respecto al total de depósitos, mejorando 1.56 puntos porcentuales en tan solo siete meses, lo que refleja un manejo prudente del efectivo.
Los bancos medianos (resto de bancos), presentan disponibilidades por encima del 25%, robusteciendo su capacidad ante imprevistos.
SAC Liquidez robusta
Sociedades de Ahorro y Crédito (SACs) superan el 30% en liquidez, posicionándose como actores sólidos dentro del sector.
Destaca el desempeño de los bancos cooperativos, con más del 50% en relación efectivo/depósitos, llegando incluso al 53.73% según la gráfica reciente, marcando el indicador más alto y demostrando una “súper liquidez”.
El banco con menor nivel de liquidez se sitúa en un 16.01%, valor que, aunque bajo en comparación, se mantiene dentro de márgenes de control y no representa una amenaza inmediata para la estabilidad.

Contexto y Relevancia para la Estabilidad Financiera
Estos avances en liquidez son resultado de medidas regulatorias y de supervisión, alineadas a los compromisos asumidos con el FMI para fortalecer la solidez macroeconómica y financiera nacional.
En particular, el Banco Central elevó los requerimientos de reservas y activos líquidos, contribuyendo a que todo el sistema refuerce sus posiciones frente a riesgos de retiro masivo de depósitos y shocks externos.
El fortalecimiento observado aporta confianza a depositantes e inversionistas, y representa una capacidad real de respuesta ante eventuales tensiones de liquidez, consolidando el objetivo de resiliencia del sistema financiero salvadoreño.

Ventajas
- El aumento de la liquidez bancaria en El Salvador tiene implicaciones positivas para la estabilidad y solidez del sistema financiero, fortaleciendo la resiliencia ante shocks externos y mejorando la confianza de los depositantes.
- Permite a los bancos responder de manera más efectiva ante eventuales retiros masivos de depósitos, evitando crisis de confianza y posibles “corridas bancarias”.
- Reduce el riesgo de insolvencia, asegurando que las instituciones bancarias sean capaces de cumplir con sus obligaciones inmediatas, incluso en escenarios adversos.
- Acceso a Mejor Financiamiento y Reducción de Riesgos
- Ayuda a mejorar la calificación crediticia del país y del sector bancario, facilitando el acceso a financiamiento internacional en mejores condiciones tanto para el gobierno como para la banca privada.
- La mayor liquidez es una señal de robustez para inversionistas y organismos multilaterales, lo que puede traducirse en menores costos de fondeo y en mayores oportunidades de inversión.