El Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador ha dado un paso significativo para la economía del país al adquirir 13,999 onzas troy de oro en el mercado internacional, una operación valorada en US$50 millones. Esta compra, la primera en más de tres décadas, es parte de una estrategia para diversificar y fortalecer las reservas internacionales, protegiendo así la economía nacional de la volatilidad global.

Con esta nueva tenencia, las reservas de oro del país ascienden a 58,105 onzas troy, con un valor total estimado en US$207.4 millones. La adquisición de este metal precioso, que a nivel mundial representa el segundo activo de reserva más importante después del dólar, posiciona a El Salvador en línea con la tendencia de otros bancos centrales que han incrementado sus tenencias de oro para asegurar la solidez financiera.
El oro es reconocido como un activo estratégico universal, fundamental para la estabilidad y confianza de los inversionistas y la población. El BCR ha explicado que esta compra busca respaldar la solidez financiera de la nación a largo plazo y proteger la economía ante los cambios estructurales en los mercados. Esta estrategia es posible gracias al fortalecimiento patrimonial del banco en los últimos años.

El contexto de esta adquisición es crucial, ya que el precio del oro ha experimentado una revalorización del 35% en lo que va del año, superando los US$3,500 por onza troy. El metal precioso se ha convertido en uno de los activos con mejor rendimiento a nivel mundial, actuando como un refugio seguro para los inversores frente a la incertidumbre económica global y la inflación.
La operación refleja el compromiso de las autoridades salvadoreñas por asegurar que el país cuente con reservas seguras, diversificadas y de largo plazo. De acuerdo con proyecciones de Goldman Sachs, el valor del oro podría incluso superar los US$5,000 por onza troy para mediados de 2026, lo que convierte a esta adquisición en una inversión estratégica con un potencial de valorización considerable para el país.