La gestión eficiente de los activos públicos es fundamental para el desarrollo económico y social de los países. Sin un marco de administración adecuado, los gobiernos pueden enfrentar dificultades para aprovechar al máximo los bienes estatales. Para abordar este desafío, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) propone seis claves esenciales para mejorar la gestión de estos activos y garantizar su uso estratégico.
En primer lugar, es crucial contar con una gobernanza sólida que establezca políticas claras, un marco normativo adecuado y una entidad líder encargada de coordinar y supervisar la gestión de los activos públicos. Además, es fundamental disponer de registros actualizados y accesibles que faciliten la toma de decisiones y promuevan la transparencia en el manejo de los bienes del Estado.
Otro aspecto clave es la disponibilidad de mecanismos de financiación adecuados para garantizar el mantenimiento, renovación y adquisición de nuevos activos. Los gobiernos pueden recurrir a ingresos fiscales, tarifas por uso de infraestructura y fondos de gestión de activos públicos para financiar estas inversiones estratégicas.
La gestión de riesgos también es esencial para optimizar el uso de los activos públicos. Identificar y mitigar posibles riesgos financieros, ambientales y operativos permite minimizar el impacto de eventuales fallas o pérdidas. Para ello, se recomienda realizar análisis periódicos que evalúen la probabilidad de deterioro y su impacto en los servicios públicos.
Asimismo, la implementación de indicadores de rendimiento y auditorías regulares permite medir la eficiencia en el uso de los activos y mejorar continuamente los procesos de gestión. Esto facilita la identificación de áreas de mejora y la optimización de recursos para maximizar el valor de los bienes públicos.
Por último, los planes estratégicos de gestión de activos son esenciales para traducir las políticas en acciones concretas. Estos deben incluir objetivos claros, cronogramas, asignación de recursos y equipos especializados que garanticen su cumplimiento. Para apoyar este proceso, el BID ha desarrollado la Evaluación de Madurez de la Gestión de Activos Públicos (EMGAP), una herramienta diseñada para medir el progreso en la implementación de mejores prácticas y fortalecer la gestión de los bienes estatales.