El Informe de Seguridad Alimentaria del Banco Mundial de septiembre de 2024 destaca un aumento significativo en los precios de productos agrícolas a nivel global. La inflación en la industria agrícola ha afectado principalmente a productos clave en la dieta mundial, como el maíz, el trigo y el arroz. Estos incrementos en los precios plantean preocupaciones sobre la seguridad alimentaria, especialmente en los países más vulnerables donde el acceso a alimentos básicos ya era limitado antes de estos aumentos.
Según el informe, el precio del maíz ha subido un 7% en comparación con los niveles de 2020. Este incremento puede atribuirse a diversos factores, entre ellos los cambios climáticos, que han afectado la producción en importantes regiones agrícolas. Además, las interrupciones en las cadenas de suministro y el aumento de los costos de producción, como los fertilizantes y el transporte, han contribuido a esta alza.
El trigo, otro de los productos esenciales en la alimentación global, ha registrado un aumento del 3% en comparación con 2020. Aunque esta subida es más moderada que la del maíz y el arroz, no deja de ser significativa en el contexto de la alta demanda mundial. Factores como la guerra en Ucrania, uno de los principales productores de trigo, y la variabilidad climática en Europa y América del Norte han influido en el precio de este cereal.
El arroz ha experimentado el aumento más drástico, con un 46% de alza en comparación con 2020. Este producto básico en la alimentación de millones de personas, especialmente en Asia, ha sido afectado por sequías en importantes zonas productoras, como India y Tailandia, además de restricciones a la exportación impuestas por algunos países para asegurar el suministro local. La combinación de estos factores ha puesto una enorme presión sobre el mercado global de arroz, agravando la crisis alimentaria en regiones ya afectadas.