Con la llegada de las vacaciones, muchas personas buscan relajarse en la playa o en el campo alquilando ranchos o propiedades tipo Airbnb. Sin embargo, este aumento en la demanda también ha generado un repunte en las estafas relacionadas con alquileres falsos. Cada vez son más frecuentes los casos donde las personas pagan por anticipado y al llegar al lugar descubren que la propiedad no existe o ya está ocupada por otros inquilinos.

Una de las señales más comunes de estafa es encontrar precios demasiado bajos o poco realistas para el tipo de propiedad y su ubicación. También es sospechoso que los supuestos arrendadores insistan en pagos por adelantado mediante transferencias o depósitos bancarios, sin ofrecer contratos formales ni comprobantes claros. Es fundamental desconfiar de perfiles sin referencias o con información ambigua.
Para protegerte, siempre intenta verificar la autenticidad del anuncio. Puedes utilizar herramientas como Google Maps para confirmar la existencia del lugar y pedir una videollamada con el dueño para hacer un recorrido virtual por la propiedad. También es recomendable alquilar a través de plataformas conocidas y confiables que cuenten con políticas de protección al consumidor.

Otro consejo importante es revisar los comentarios de otros usuarios y prestar atención a patrones sospechosos como perfiles nuevos o sin reseñas. Si es posible, solicita referencias directas de personas que hayan alquilado anteriormente ese rancho o casa. Mientras más información tengas, menor será el riesgo de caer en un fraude.
En resumen, disfrutar de unas vacaciones tranquilas también implica tomar precauciones. No te dejes llevar por ofertas tentadoras sin antes verificar su legitimidad. Seguir estos consejos puede marcar la diferencia entre unas vacaciones soñadas y una experiencia frustrante.