El Salvador experimenta un notable auge económico, impulsado por una inversión privada que supera los US$3,305,500,000 en el último año. Esta cifra, destacada por Luis Rodríguez de COAMSS-OPAMSS, refleja la creciente confianza del sector privado en las políticas gubernamentales y su impacto en el desarrollo nacional.

El sector turístico lidera esta bonanza constructiva, con la edificación de hoteles y diversas infraestructuras que fortalecen la oferta del país. A ello se suman importantes proyectos habitacionales y de espacios públicos, que generan un dinamismo económico y social sin precedentes.

Este crecimiento se traduce directamente en la creación de empleo. Se proyecta que el sector de la construcción y las actividades inmobiliarias superen los 180,000 puestos de trabajo este año, consolidando su rol como motor de desarrollo y bienestar para la población salvadoreña.
Los datos recientes confirman la solidez de este impulso, con un crecimiento superior al 17% en el último semestre para el rubro de la construcción. Estos resultados evidencian la sinergia entre el Gobierno y la empresa privada, clave para el panorama económico actual.

La transformación económica posiciona a El Salvador como una «marca país» atractiva para inversores internacionales. La construcción ya representa el 13.55% del Producto Interno Bruto en el primer semestre, demostrando el éxito de esta estrategia colaborativa.