La Comisión de Hacienda aprobó un dictamen favorable para que el Gobierno suscriba un préstamo con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) por un monto de hasta US$100 millones. Este financiamiento estará destinado a fortalecer la capacidad de respuesta del país ante desastres naturales o emergencias sanitarias.

El proyecto, denominado “Préstamo de Políticas de Desarrollo para la Sostenibilidad Fiscal y la Resiliencia de El Salvador con una Opción de Desembolso Diferido ante Catástrofes”, tendrá un plazo de hasta 30 años, con un período de gracia de cinco años. Los recursos estarán disponibles únicamente en caso de emergencia.
De acuerdo con Marlon Herrera, director general de Inversión y Crédito Público, esta herramienta permitirá que El Salvador cuente con acceso inmediato a fondos bajo condiciones concesionales cuando se produzca una crisis. Esto facilitará la planificación y gestión de eventos de gran impacto.

El país enfrenta riesgos constantes como huracanes, tormentas tropicales, terremotos y amenazas sanitarias. Este préstamo contingente se suma a los mecanismos ya existentes para atender desastres, pero ofrece una fuente adicional de financiamiento para responder de forma rápida y efectiva.
Con esta medida, el Gobierno busca minimizar el impacto fiscal de los eventos catastróficos y garantizar la estabilidad macroeconómica incluso en los escenarios más adversos, protegiendo así a la población y a la economía nacional.