En tiempos de inflación y cambios económicos constantes, ahorrar en las compras del mercado o supermercado se ha convertido en una prioridad para muchas familias.
Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones prácticas para estirar tu presupuesto sin sacrificar la calidad de tus productos.
1.Compra productos de temporada
Las frutas y verduras de temporada suelen ser más baratas y frescas. Además, al comprar productos locales de temporada, estás apoyando a los agricultores de tu región y contribuyendo a una alimentación más sostenible.
2. Compra al por mayor
Para productos no perecederos como papel higiénico, productos de limpieza, arroz, y pasta, considera comprar al por mayor. Aunque el desembolso inicial sea mayor, a largo plazo puede resultar en un ahorro significativo.
3. Evita los productos procesados
Los productos procesados suelen ser más caros que los frescos. Opta por alimentos naturales y cocina en casa. No solo ahorrarás dinero, sino que también tendrás una dieta más saludable.
4. Aprovecha las marcas blancas
Las marcas blancas o marcas del distribuidor suelen ser de buena calidad y mucho más económicas que las marcas reconocidas. No dudes en probarlas, ya que muchas veces ofrecen productos de igual o superior calidad a menor precio.
5. Evita comprar con hambre y planifica tus visitas
Comprar cuando tienes hambre puede llevarte a hacer elecciones impulsivas y poco saludables. Trata de hacer tus compras después de haber comido para evitar tentaciones innecesarias. Además, trata de hacer una compra grande y organizada una vez a la semana en lugar de varias visitas pequeñas. Esto te ayudará a reducir los gastos en transporte y minimizar las compras impulsivas.
Implementar estas estrategias puede ayudarte a mantener tus gastos bajo control y aprovechar al máximo cada centavo. Recuerda que la clave está en la planificación y en ser consciente de tus hábitos de consumo. Con un poco de organización y disciplina, es posible ahorrar significativamente en las compras diarias.