El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó en su más reciente informe acerca del preocupante aumento de la deuda pública global, que podría alcanzar niveles históricos si no se toman medidas urgentes. La institución subraya que el panorama económico mundial está marcado por una combinación peligrosa de incertidumbre geopolítica, políticas comerciales volátiles y condiciones financieras más estrictas, lo que complica aún más la situación fiscal de numerosos países.

Según las proyecciones del FMI, la deuda pública mundial se incrementará en 2.8 puntos porcentuales este año, situándose por encima del 95% del producto interno bruto (PIB), y podría acercarse al 100% para el final de la década. Este aumento, que superaría incluso los niveles registrados durante la pandemia, se atribuye a la presión del gasto público permanente.
El informe advierte que, en un escenario adverso extremo, la deuda global podría dispararse hasta el 117% del PIB para 2027, marcando un récord desde la Segunda Guerra Mundial. Las perspectivas fiscales se deterioran aún más si se materializan caídas pronunciadas en los ingresos y el crecimiento económico, especialmente en un entorno marcado por la incertidumbre geoeconómica y la necesidad de incrementar el gasto para compensar los efectos de perturbaciones comerciales.

En este contexto, el FMI recomienda que los países pongan en orden sus finanzas públicas, priorizando la reducción de la deuda y la acumulación de reservas para enfrentar futuros shocks económicos. Las políticas fiscales deberán equilibrar cuidadosamente los ajustes necesarios sin comprometer el crecimiento económico ni descuidar las necesidades urgentes de gasto social e inversión pública.
La institución también insta a aplicar reformas estructurales que contribuyan a mejorar el crecimiento potencial, como la reestructuración de pensiones, la ampliación de la base tributaria y la eliminación de subsidios ineficientes. En el caso de las economías emergentes y en desarrollo, fortalecer los sistemas tributarios y realizar ajustes fiscales sostenidos serán clave para afrontar las dificultades de financiamiento.

Además, el FMI señala que solo con políticas fiscales sólidas, transparencia en el gasto público y un compromiso con la equidad tributaria, los gobiernos podrán restablecer la confianza del público y fomentar un crecimiento sostenible. En un mundo marcado por la volatilidad, estas acciones resultan esenciales para la resiliencia económica a largo plazo.