Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el 15% de los mercados emergentes a nivel global se sitúan en niveles críticos de sobreendeudamiento, lo que pone de manifiesto su vulnerabilidad.
Asímismo, el FMI resaltó que los países de ingreso bajo siguen necesitando refinanciar alrededor de US$60 millones, para la deuda externa cada año durante los próximos dos, es decir, que un 40% de los países de ingreso bajo corre un gran riesgo de caer en sobreendeudamiento.
En este sentido, el FMI indicó que será necesario seguir trabajando para abordar los retos de la deuda y evitar situaciones críticas ante las elevadas tasas de interés y necesidades de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico y para hacer frente al cambio climático.
Además, resaltó que tanto los países deudores, como los acreedores y la comunidad internacional, tienen un papel que desempeñar. Los deudores han de promover el crecimiento económico e incrementar los ingresos públicos de sus países para crear espacio para financiar el gasto relacionado con el desarrollo y el clima y, al mismo tiempo, mantener la deuda en una senda sostenible.
Dado que los resultados de las reformas de las políticas en los países prestatarios tardarán en materializarse, los acreedores oficiales deberían considerar movilizar más financiamiento a menor costo, sobre todo donaciones. El FMI seguirá contribuyendo a apoyar estos esfuerzos y proporcionará financiamiento adecuado.
Próximamente, el FMI examinará de manera más exhaustiva cómo debe la comunidad internacional continuar colaborando para ayudar a reducir la carga del endeudamiento y aliviar la restricción de la liquidez que sufren muchos países emergentes y de ingreso bajo.