Más de 1,600 ganaderos salvadoreños ahora producen con un enfoque sostenible y de reducción de emisiones, optimizando los recursos naturales y mejorando la calidad de vida, gracias a la Acción Construcción de la NAMA en Ganadería Bovina de El Salvador, de la cual se entregó hoy la documentación del proyecto ejecutado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en coordinación con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Celina Ramírez, una de las productoras beneficiadas, agradeció a las instituciones técnicas por el aprendizaje y a la Unión Europea (UE) por la inversión de más de US$650,000 para la NAMA, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el desarrollo (AECID) en el marco del programa EUROCLIMA. “Este proyecto no solo nos ha permitido aprender prácticas del manejo de la ganadería, sino también nos ha dado herramientas para transformar nuestras fincas en sistemas más sostenibles, más resilientes y con menos impacto ambiental”, añadió.
Asimismo, la ganadera destacó que: “La capacitación y el acompañamiento técnico que hemos recibido han sido claves para cambiar nuestra manera de ver la ganadería. He aprendido que sí es posible producir carne y leche de calidad sin comprometer los recursos naturales. Hemos adoptado medidas que permiten mejorar la alimentación del ganado. Este proyecto es solo el inicio para que los ganaderos de El Salvador adoptemos prácticas que contribuyan a una ganadería sustentable, que proteja al medio ambiente y que asegure el bienestar de las familias ganaderas”.
El director de ganadería del MAG, Marlon Reyes, explicó que el Gobierno trabaja por transformar la productividad del país, y el sector ganadero es un eslabón importante para alcanzar la seguridad alimentaria de la población, pero con consciencia ambiental, razón por la cual se sumó también el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Y añadió que los técnicos del MAG capacitaron a los beneficiarios para que adoptaran herramientas como el establecimiento de cercas vivas y forrajeras, el tratamiento adecuado del estiércol, el establecimiento de bancos energéticos y proteicos, el cultivo y uso de pastos mejorados, el uso de probióticos en la alimentación de bovinos, la rotación y uso racional de los poteros y la siembra de árboles de sombra