Un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca el papel crítico de la innovación en el crecimiento económico y la productividad en la región. Según el estudio titulado «Innovación para un Crecimiento Económico: ¿Ya llegamos?», las empresas que adoptan prácticas innovadoras logran niveles de productividad hasta un 35% más altos y generan ventas por trabajador hasta un 81% mayores que aquellas que no innovan.
A pesar de estas ventajas, muchas empresas enfrentan obstáculos significativos para innovar. Entre las principales barreras identificadas están las condiciones macroeconómicas adversas, las limitaciones regulatorias, el difícil acceso al financiamiento y las restricciones del mercado laboral. Estas condiciones dificultan la materialización del potencial innovador de las empresas emergentes.
El informe subraya que casi el 57% de las empresas son potencialmente innovadoras en formas generales, mientras que un 85% están preparadas para la innovación digital y un 48.8% para la innovación verde. Además, el porcentaje de empresas que presentan patentes creció de un 7.9% a un 12.7% entre 2014 y 2020, con una leve ventaja entre las lideradas por mujeres.
El BID resalta la importancia de políticas públicas para fomentar un entorno favorable para la innovación. Estas incluyen digitalizar servicios públicos, proporcionar apoyo especializado a emprendedores, facilitar el acceso a financiamiento innovador y mejorar la alineación entre las demandas del mercado laboral y las habilidades disponibles.
El informe del BID pone de manifiesto que, si bien la región muestra un potencial significativo en innovación, es imprescindible superar barreras estructurales para que esta se convierta en un verdadero motor de desarrollo económico y social.