El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su gobierno impondrá un “importante arancel” a los productos farmacéuticos fabricados fuera del país, como parte de su estrategia para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de cadenas de suministro extranjeras, especialmente de China.

Durante un evento del Comité Nacional Republicano del Congreso, Trump aseguró que la mayoría de los medicamentos vendidos en el país son producidos en el extranjero, y que los nuevos aranceles buscarán forzar a las farmacéuticas a trasladar sus plantas de producción a suelo estadounidense.
“Las empresas se irán de China y de otros lugares porque tendrán que vender en Estados Unidos, y para eso tendrán que abrir sus plantas por todo nuestro país”, afirmó el mandatario, destacando el impacto positivo que esta medida tendría sobre el empleo y la economía local.

Trump también subrayó que la decisión sobre una eventual desescalada comercial con China ahora recae en Beijing, dejando en claro que su administración continuará presionando mediante nuevas rondas de gravámenes, no solo sobre medicinas, sino también sobre productos de bajo valor importados desde el país asiático.
La medida se enmarca en la estrategia económica nacionalista del presidente, que ha sido eje de su campaña de reelección y de su política exterior comercial, apuntando a fortalecer la industria estadounidense y reducir el déficit comercial.
