La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instaron a los países de la región a priorizar la inversión en salud como un pilar clave del desarrollo social inclusivo. En su reciente informe, ambas organizaciones subrayan que, en el contexto pospandemia, el fortalecimiento del sistema de salud es esencial para reducir las desigualdades y cumplir con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. La crisis sanitaria del COVID-19 y la persistente desigualdad en la región amenazan estos objetivos, resaltando la urgencia de incrementar el gasto público en salud.
En América Latina y el Caribe, el gasto público en salud aún es inferior a la meta del 6% del PIB establecida por la OPS/OMS, alcanzando solo el 4.5% en 2021. Esto contrasta con el alto nivel de gasto privado, en el que las familias aportan, en promedio, más del 28% del gasto total en salud, lo cual perpetúa las desigualdades de acceso y calidad de atención. Este gasto de bolsillo contribuye a la pobreza y a la exclusión en el acceso a servicios de salud, afectando especialmente a las poblaciones de bajos ingresos.
El Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, destacó los desafíos estructurales de la región en términos de bajo crecimiento, alta desigualdad y gobernanza débil, que obstaculizan el desarrollo sostenible. Afirmó que es imperativo realizar transformaciones en el modelo de desarrollo que incluyan una mayor inversión en salud para mejorar la protección social y construir una sociedad más equitativa.
Por su parte, Jarbas Barbosa, Director de la OPS, resaltó que el acceso universal a la salud es fundamental para garantizar el derecho a la salud. Para ello, es necesario que los países incrementen la inversión y reduzcan el gasto de bolsillo, creando sistemas de salud resilientes y accesibles. La pandemia, señaló, ha evidenciado la importancia de contar con sistemas de salud sólidos y sostenibles que puedan responder a futuras crisis.
Las proyecciones de la CEPAL sugieren que solo un 22% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se alcanzarán para 2030 en la región. Los indicadores de salud, como la mortalidad materna e infantil, y la prevalencia de enfermedades crónicas, muestran grandes disparidades socioeconómicas, con los sectores de menores ingresos enfrentando los mayores riesgos.