
Tras las celebraciones de Navidad, muchas familias salvadoreñas enfrentan un reto común: reorganizar sus finanzas luego de los gastos realizados en cenas, regalos y reuniones. Este período es clave para retomar el control del presupuesto y evitar que el inicio del año se vea afectado por deudas innecesarias.
Especialistas recomiendan que, en los días posteriores a la cena navideña, las familias hagan un balance real de sus gastos, identificando cuánto se utilizó de ingresos, ahorros o tarjetas de crédito. Este ejercicio permite visualizar la situación económica del hogar y tomar decisiones informadas.
Un paso importante es priorizar pagos, comenzando por servicios básicos, alimentación y compromisos financieros con fechas cercanas. Si se usaron tarjetas de crédito, lo ideal es planificar pagos mayores al mínimo para reducir intereses. También se sugiere evitar nuevas compras impulsivas durante las promociones de fin de año.

Entre los consejos más útiles están:
Revisar el presupuesto mensual y ajustarlo a la realidad postnavideña.
Reducir gastos no esenciales durante enero y febrero.
Destinar cualquier ingreso extra, como bonos o remesas, a cubrir deudas o reforzar el ahorro.
Este orden financiero ayuda a que las familias comiencen el nuevo año con mayor estabilidad y menos presión económica.
