El Gobierno de El Salvador, ha puesto en marcha un innovador proyecto para revertir los daños ambientales en el lago de Coatepeque. Con una inversión superior a los US$6.7 millones, se instalarán 60 boyas ultrasónicas que eliminarán hasta el 90% de las algas existentes y reducirán un 95% la producción futura de estas, sin afectar el ecosistema ni emplear productos químicos. Este esfuerzo marca un hito en la gestión ambiental del país y posiciona a El Salvador como referente regional en la protección de recursos hídricos.
El crecimiento descontrolado de cianobacterias en marzo de este año comprometió gravemente la calidad del agua y la salud de las comunidades cercanas al lago. Ante esta situación, el Gobierno implementó soluciones tecnológicas inmediatas como sistemas de ultrafiltración y filtros purificadores de agua que beneficiaron a más de 1,600 familias. Ahora, con el uso de boyas ultrasónicas, se busca garantizar un entorno más limpio y sostenible a largo plazo.
Esta tecnología de vanguardia funciona mediante ultrasonidos que alteran la flotabilidad de las algas, haciéndolas hundirse sin liberar toxinas al agua. Además, al operar con energía solar, estas boyas representan una solución sostenible y amigable con el medio ambiente. La presidenta de la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), Ethel Cabrera, destacó que esta innovación refleja el compromiso gubernamental con la protección de los recursos naturales del país.
El proyecto cubrirá el 48% de la superficie del lago y se considera una intervención sin precedentes en la región. Además, complementará las estrategias ya implementadas para garantizar la conservación del ecosistema acuático, mejorando la calidad de vida de las comunidades locales. Este enfoque integral es un modelo de desarrollo responsable que promueve la sostenibilidad ambiental y el bienestar social.
La recuperación del lago de Coatepeque no solo beneficia a los habitantes de la zona, sino que también refuerza el atractivo turístico de uno de los destinos más emblemáticos de El Salvador. Este esfuerzo gubernamental resalta la importancia de la innovación tecnológica como herramienta clave en la lucha contra los desafíos ambientales.
Con este proyecto, el Gobierno reafirma su compromiso con la sostenibilidad y el manejo responsable de los recursos naturales, marcando un precedente en la región sobre cómo la tecnología puede ser un aliado esencial en la conservación ambiental.