
Desde tempranas horas de este lunes, los alrededores del Estadio Cuscatlán se llenan de vida y actividad económica, mientras los aficionados comienzan a llegar para el esperado partido entre El Salvador y Surinam.
El ambiente previo es de puro comercio y entusiasmo: vendedores ambulantes ofrecen alimentos, bebidas, camisetas de La Selecta, gorras, banderas, vuvuzelas y todo tipo de artículos relacionados con el fútbol, aprovechando la pasión de los salvadoreños por la selección nacional.
Las instituciones gubernamentales ya han puesto en marcha el plan de contingencia. El Viceministerio de Transporte (VMT), la PNC, Protección Civil y el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) supervisan la zona para garantizar seguridad y flujo vehicular. Se han habilitado parqueos gratuitos cercanos al estadio y se realizan labores de agilización en vías principales que llevan al coloso de Monserrat.

Se espera que más de 30,000 aficionados lleguen al estadio esta tarde, lo que convierte al entorno del Cuscatlán en un punto clave de dinamización económica. La actividad comercial refleja cómo el fútbol no solo une a los salvadoreños, sino que también genera ingresos para familias que aprovechan la afición nacional.

Con el partido programado para las 6:30 p.m., la expectativa sigue creciendo y el ambiente previo ya es un claro reflejo de la pasión deportiva y el movimiento económico que genera el fútbol en El Salvador.
Este partido corresponde a las eliminatorias rumbo al Mundial 2026, se jugó a las 6:30 p.m. en el Estadio Cuscatlán, con la selección nacional buscando mantener su racha positiva en el grupo A.