
La cena de Nochebuena suele ser uno de los momentos más esperados de la temporada navideña, pero también puede convertirse en uno de los principales gastos del mes. Ante este panorama, planificar un menú equilibrado y accesible permite mantener la tradición sin comprometer el presupuesto familiar.
Una de las alternativas más económicas es optar por platillos que rinden para varias personas y utilizan ingredientes de fácil acceso. Preparaciones como pollo horneado o guisado resultan más asequibles que otras carnes y permiten acompañarse con arroz, ensaladas frescas o verduras salteadas. Además, estas opciones pueden adaptarse según la cantidad de comensales, evitando el desperdicio de alimentos.

Los platillos a base de granos y pastas también representan una opción viable. Ensaladas de pasta con vegetales, frijoles refritos, puré de papas o arroz con vegetales aportan volumen al menú y reducen la necesidad de invertir en proteínas costosas. Estos acompañamientos pueden prepararse con anticipación, lo que facilita la organización y el control del gasto.
Para quienes buscan mantener sabores tradicionales sin elevar costos, los panes rellenos o panes con pollo son una opción recurrente. Este platillo permite aprovechar ingredientes básicos y distribuir las porciones de manera equitativa, lo que lo convierte en una alternativa práctica para reuniones familiares amplias.
En cuanto a bebidas y postres, preparar opciones caseras ayuda a reducir significativamente el presupuesto. Refrescos naturales, bebidas de frutas de temporada o café pueden sustituir bebidas embotelladas. Para el cierre de la cena, postres sencillos como gelatina, arroz con leche o frutas picadas resultan económicos y suficientes para compartir.

Desde un enfoque económico, la clave está en planificar el menú con anticipación, comprar solo lo necesario y priorizar ingredientes locales y de temporada. Comparar precios y evitar compras impulsivas permite mantener el equilibrio entre celebración y ahorro.
Estas opciones demuestran que es posible disfrutar una cena de Nochebuena completa y tradicional sin realizar gastos excesivos, priorizando el bienestar financiero del hogar y el valor de compartir en familia.
