El Vaticano ha anunciado la elección del nuevo Papa tras la muerte de Francisco el mes pasado. Este jueves, a las 18:08 horas, la fumata blanca que emergió de la Capilla Sixtina indicó al mundo que el Cónclave ha alcanzado un consenso. Con al menos 89 votos a favor, Robert Francis Prevost ha sido elegido como el 267º Pontífice de la Iglesia Católica y ha tomado el nombre de León XIV.

Después de la fumata blanca, el protocolo establece que el cardenal elegido debe aceptar su nombramiento y declarar el nombre con el que desea ser conocido. El protodiácono apareció en el balcón central de la Basílica de San Pedro para proclamar al nuevo Papa. Minutos después, León XIV se asomó ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para impartir su primera bendición “Urbi et Orbi”.
Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost es hijo de madre de ascendencia española. Se unió a la Orden de San Agustín en 1977 y ha desarrollado una sólida carrera eclesiástica, destacando por su formación académica en ciencias matemáticas, divinidad y derecho canónico. Su experiencia pastoral incluye una larga misión en Perú, donde sirvió desde 1985 y llegó a ser obispo de Chiclayo.

Aunque su trayectoria ha estado marcada por logros, también ha estado bajo la lupa por acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales en su antigua diócesis en Perú. Sin embargo, estas acusaciones han sido negadas por la diócesis y desacreditadas por periodistas e investigadores locales, quienes consideran que no tienen fundamento.

Con su elección, León XIV hereda una Iglesia con desafíos profundos: desde la crisis de credibilidad por escándalos de abusos, hasta las tensiones internas entre corrientes conservadoras y progresistas. Su elección marca el inicio de una nueva etapa que será observada con atención por el mundo católico.