
La medida, que estará vigente desde el próximo 1 de diciembre y hasta el 31 de enero de 2026, les permitirá a los visitantes ingresar (vía área, terrestre o marítima) bienes nuevos, cuyo valor en aduana no supere los US$3,000.
En la sesión plenaria 85, los diputados volvieron a legislar en beneficio de los salvadoreños que viven en el extranjero y de personas de otras nacionalidades que visitan el país para disfrutar de las festividades de Navidad y Año Nuevo.

Con 58 votos, la Asamblea Legislativa aprobó disposiciones transitorias para la exención del pago de derechos e impuestos por la introducción de bienes nuevos para viajeros procedentes del exterior.
La medida que estará vigente desde el próximo 1 de diciembre y se mantendrá hasta el 31 de enero de 2026 les permitirá introducir vía área, terrestre o marítima bienes nuevos, cuyo valor en aduana no supere los US$3,000, un monto superior a lo que permite la Ley de Equipajes de Viajeros Procedentes del Exterior.
El decreto aprobado por los legisladores establece que a los beneficiarios se les exonerará del pago de derechos e impuestos, incluido el de la transferencia de bienes muebles y a la prestación de servicios (IVA).

Entre los productos que podrán introducir están las prendas de vestir, medicinas, libros, instrumentos de profesión u oficio, instrumentos musicales, artículos de uso personales, entre otros.
Las personas que quedaron excluidas de este beneficio son los transportistas, los gestores de encomiendas, así como los oficiales y tripulantes de todo medio de traslado que efectúan un tráfico regular de pasajeros y mercancías entre El Salvador y cualquier lugar del exterior cuando ingresen en ejercicio de su actividad.
Cada año, la bancada de Nuevas Ideas presenta esta iniciativa de ley como un acto de reconocimiento y reciprocidad a los salvadoreños en el exterior por el aporte económico que hacen al país con el envío de remesas familiares, las cuales representan una fuente fundamental de divisas y contribuyen a dinamizar la economía.
Además, el ingreso de viajeros, que ha aumentado en los últimos años producto de los altos niveles de seguridad, genera un impulso positivo en sectores como el comercio y el turismo.
