El crecimiento del turismo en El Salvador ha generado nuevas oportunidades para las micro y pequeñas empresas (MYPEs), especialmente en zonas de alto interés turístico. Sin embargo, a pesar de la reactivación económica tras la pandemia, muchas de estas empresas aún enfrentan importantes desafíos para alcanzar su máximo potencial. Según un informe reciente de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI), el 46.2% de las microempresas en estas áreas atienden a menos clientes que antes de la crisis sanitaria y el 12.9% ha logrado una recuperación total tras la reactivación económica.
Uno de los principales obstáculos que enfrentan los microempresarios en las zonas turísticas es la disminución de la demanda, que afecta al 41.3% de estas empresas. Además, el aumento de competidores más pequeños o de tamaño similar, que afecta al 39.6% de las MYPEs, sumado a la creciente presencia de grandes empresas, que impacta al 35.2%, ha generado un entorno competitivo más difícil.
Para enfrentar estos retos, los microempresarios han solicitado al sector público apoyo en varias áreas clave. Entre las principales peticiones destacan la organización de ferias que promuevan el turismo, mejoras en la infraestructura vial, capacitación empresarial y la promoción de sus productos y servicios en el extranjero. Estos esfuerzos buscan aumentar la visibilidad de sus negocios y atraer más clientes, tanto locales como internacionales.
Además, el acceso a internet sigue siendo un tema prioritario para los microempresarios en zonas turísticas, quienes consideran que un mejor servicio les permitiría expandir su presencia en línea y mejorar sus ventas. La conectividad digital se ha convertido en una herramienta fundamental para competir en un mercado cada vez más globalizado.
Aunque el sector turístico sigue creciendo en El Salvador, es crucial que las microempresas reciban el apoyo necesario para superar las barreras actuales y aprovechar plenamente las oportunidades que este sector en expansión ofrece.