El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) informa que en América Latina y el Caribe, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) son el pilar del empleo formal, representando más del 99% de las empresas y generando cerca del 60% del trabajo. Sin embargo, su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) ronda apenas el 25%, reflejo de desafíos estructurales como baja productividad, escasa innovación y limitado acceso a financiamiento. La falta de información confiable y trazable es uno de los mayores obstáculos para que estas empresas accedan al crédito formal.

Ante esta asimetría de información, la tecnología está emergiendo como un puente para cerrar la brecha entre las mipymes y el sistema financiero. Herramientas como los modelos de scoring alternativo, el open finance, la inteligencia artificial y la tecnología geoespacial están transformando la forma en que se construyen perfiles crediticios y se toman decisiones financieras, permitiendo que negocios antes excluidos puedan acceder a financiamiento justo y personalizado.
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) destaca que no existe una sola realidad mipyme, por lo que las soluciones financieras deben diseñarse de manera segmentada, atendiendo las necesidades específicas de empresas rurales, urbanas, tecnológicas o tradicionales. El uso inteligente de datos permite ofrecer productos adaptados, evitando que modelos únicos perpetúen exclusiones existentes.

A pesar de los avances, la transformación digital del financiamiento también enfrenta retos significativos. Entre ellos, la protección de datos, la prevención de sesgos algorítmicos, la actualización regulatoria y la reducción de la brecha digital son elementos críticos para garantizar una inclusión financiera ética, sostenible y verdaderamente equitativa.
El camino hacia una mayor inclusión financiera de las mipymes requiere más que tecnología: necesita instituciones abiertas al cambio, marcos regulatorios modernos y alianzas estratégicas entre banca tradicional y fintechs. Construir confianza a través de datos y decisiones responsables es la clave para liberar el potencial económico de millones de mipymes en la región.