Las empresarias salvadoreñas del sector de micro y pequeñas empresas (MYPE) iniciaron 2025 con una expectativa superior a la de sus pares masculinos, según un reciente informe del Observatorio MYPE de FUSAI. El índice de expectativa para el primer trimestre del año cerró en 53.3 puntos en el caso de las mujeres empresarias, superando en 3.4 puntos el de los hombres.
A pesar de la cautela con la que muchos actores del sector enfrentan este inicio de año, las empresarias parecen dispuestas a desafiar la tendencia. La clave para sostener el crecimiento observado en 2024 radica en la consolidación de modelos de negocio más eficientes, la mejora en la gestión financiera y la capacidad de adaptación ante un mercado cada vez más competitivo.
El informe también destaca que, aunque las empresarias han demostrado resiliencia en años anteriores, el reto ahora es convertir esa fortaleza en una ventaja competitiva sostenible. La estabilidad no es un derecho adquirido, sino el resultado de decisiones estratégicas acertadas, señalan analistas del sector.
En un entorno donde el acceso al crédito y la competencia con grandes cadenas sigue siendo un desafío, las empresarias MYPE apuestan por estrategias innovadoras para mantener su crecimiento. La digitalización, la diversificación de productos y la optimización de costos emergen como herramientas clave para capitalizar el optimismo reflejado en los 53.3 puntos de expectativa.
Si las empresarias logran traducir esa confianza en resultados tangibles, 2025 podría consolidarse como un año de transformación para el sector.
La diferencia de 3.4 puntos respecto a los empresarios hombres no solo evidencia una mayor percepción de oportunidad, sino que también plantea un escenario en el que las mujeres podrían liderar el dinamismo económico en las MYPE.