El dinamismo económico de las micro y pequeñas empresas (Mypes) en El Salvador se refleja en el incremento de registros ante el Centro Nacional de Registros (CNR), particularmente en el área de propiedad intelectual. Según el Instituto Salvadoreño de la Propiedad Intelectual, en los últimos meses se ha observado un aumento del 50% en derechos de autor y de más del 30% en patentes, mientras que el registro de marcas mantiene un ritmo estable. Este comportamiento evidencia un mayor interés empresarial por proteger legalmente sus creaciones y posicionarse en un mercado cada vez más competitivo.

Los sectores con mayor crecimiento en registros de marcas son gastronomía, turismo, organización de viajes y restaurantes, seguidos por el sector farmacéutico, que se ubica entre el tercer y cuarto lugar. Estos rubros, al formalizar su propiedad intelectual, no solo fortalecen su presencia en el mercado, sino que también contribuyen a la generación de empleo y al aumento de la productividad nacional.
La nueva Ley de Propiedad Intelectual, en vigor desde hace más de cinco meses, ha sido clave en este incremento. La normativa ha simplificado los procesos para personas naturales y jurídicas, incorporando medidas como la digitalización de trámites y la aplicación de descuentos de hasta el 50% en tasas registrales para Mypes, artistas y centros académicos. Esto ha reducido costos y tiempos, incentivando a más emprendedores a formalizar sus innovaciones y marcas.

En términos económicos, el fortalecimiento de la propiedad intelectual otorga a las empresas herramientas para diferenciar sus productos, proteger sus innovaciones y generar valor agregado. Este marco de seguridad jurídica estimula la inversión, favorece la competitividad y abre la puerta a nuevas oportunidades de negocios tanto a nivel local como internacional.
El respeto y cumplimiento de la propiedad intelectual también se traduce en un entorno empresarial más confiable. El Instituto Salvadoreño de la Propiedad Intelectual recuerda que las infracciones en esta materia pueden derivar en sanciones administrativas o judiciales, protegiendo así el esfuerzo creativo y productivo de los emprendedores. Con este impulso, las Mypes fortalecen su rol como motor del crecimiento económico salvadoreño.