El anuncio del Presidente Nayib Bukele sobre la inyección de US$1,000 millones para el pago de proveedores del Estado ha generado una respuesta positiva entre los sectores productivos, especialmente entre las micro y pequeñas empresas (MYPEs), que constituyen la mayoría del tejido empresarial en El Salvador. Esta medida busca dinamizar la economía al liberar pagos pendientes y fomentar la reinversión en las unidades productivas del país.

Paul Steiner, presidente de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), destacó que esta decisión beneficia a toda la cadena de valor. Señaló que el pago de facturas atrasadas permitirá a los empresarios saldar planillas, contratar más personal, invertir en sus operaciones y cumplir con sus propios proveedores, generando un efecto multiplicador positivo en la economía nacional.
Steiner subrayó que la medida es una forma “extremadamente sabia” de apoyar lo que ya existe en la economía, pues permite oxigenar los negocios y fortalecer sus modelos operativos. Agregó que este tipo de respaldo representa una oportunidad para que las micro y pequeñas empresas sigan creciendo y formalizándose dentro del sistema económico.

La mayor parte de los beneficiados, aseguró, serán precisamente las MYPEs, debido a su peso en el ecosistema empresarial salvadoreño. Esta inyección de liquidez contribuirá a consolidar su papel en el desarrollo del país y a reforzar su sostenibilidad a largo plazo.

La medida se complementa con la Política Nacional de Integración Económica de la Microempresa, una estrategia impulsada por el Gobierno que busca incorporar a este sector en la ruta del desarrollo social y económico de El Salvador, promoviendo su inclusión, formalización y fortalecimiento.