El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su laboratorio de innovación BID Lab, ha lanzado el programa LAC E-Coop en colaboración con la Confederación Alemana de Cooperativas y otras entidades. Este programa está diseñado para mejorar el acceso a fuentes de energía limpia en organizaciones rurales, proporcionándoles servicios financieros y capacitación. La iniciativa busca desarrollar líneas de crédito verde adaptadas a actividades productivas y beneficiarios rurales en países como El Salvador, Brasil, Colombia, Honduras, México y Perú.
El proyecto, ejecutado por la DGRV y en asociación con la Alianza de Energía Global para las Personas y el Planeta (GEAPP) y el Clean Tech Fund, se enfoca en modelos innovadores para mitigar el cambio climático y descarbonizar cadenas productivas en áreas rurales. Este esfuerzo tiene como objetivo fomentar el acceso a energía limpia, vital para mejorar las condiciones de vida y la productividad en estas regiones.
En las zonas rurales de estos países, donde viven aproximadamente 73,5 millones de personas, se enfrenta a altas tasas de pobreza y una gran vulnerabilidad económica. La dependencia de actividades agropecuarias y cadenas de suministro de alimentos se ve afectada por el limitado acceso a electricidad y energía de calidad, lo que limita su capacidad de producción y desarrollo.
LAC E-Coop beneficiará directamente a unos 2.300 pequeños productores de bajos ingresos, quienes podrán instalar tecnologías de energía limpia para mejorar la maquinaria operativa en diversas áreas, como el procesamiento de alimentos, el riego de cultivos, la refrigeración de productos y el bombeo de agua. Además, se espera que el programa impacte indirectamente a unas 8.800 personas a través de 46 organizaciones de productores rurales, con un enfoque especial en aumentar la participación de mujeres en estas actividades.
El proyecto también tiene la intención de explorar el desarrollo de proyectos piloto en zonas remotas sin acceso a la red eléctrica, buscando así abordar las necesidades energéticas específicas de estas áreas. La iniciativa pretende no solo mejorar la calidad de vida de los beneficiarios, sino también promover el desarrollo económico y la sostenibilidad en las regiones rurales.