En la era digital, las estafas en línea han evolucionado de manera alarmante, adaptándose a las nuevas tecnologías y al comportamiento de los usuarios en internet. Cada día aparecen métodos más sofisticados que engañan incluso a quienes creen estar bien informados. Las víctimas suelen ser personas de todas las edades, y los estafadores no discriminan cuando se trata de obtener datos personales o dinero.

Una de las estafas más comunes en la actualidad es el phishing a través de redes sociales. Los delincuentes crean perfiles falsos o se hacen pasar por empresas legítimas para engañar a los usuarios y hacer que revelen información confidencial. A menudo, estos mensajes contienen enlaces que llevan a páginas falsas idénticas a las reales, donde se pide ingresar contraseñas o datos bancarios.
También se ha popularizado el fraude mediante códigos QR falsos. Estos códigos, que se han vuelto comunes en restaurantes, comercios y servicios, pueden ser manipulados para redirigir a los usuarios a sitios maliciosos que roban información. La recomendación es siempre verificar el origen del código antes de escanearlo, sobre todo si se encuentra en espacios públicos.

Otro tipo de estafa creciente es el uso de inteligencia artificial para clonar voces o rostros. A través de breves grabaciones o imágenes de redes sociales, los estafadores pueden crear mensajes o videos falsos en los que aparentan ser familiares o figuras de confianza, solicitando transferencias de dinero o datos sensibles con urgencia.
Los falsos sorteos o regalos en línea siguen siendo una trampa efectiva. Generalmente llegan por correo electrónico o mensajes en redes sociales, prometiendo premios atractivos a cambio de llenar formularios con información personal. En muchos casos, estos datos luego se venden en la web oscura o se usan para fraudes adicionales.

Para protegerse, es fundamental mantener actualizado el software de tus dispositivos, desconfiar de ofertas que parezcan demasiado buenas para ser verdad y no compartir datos personales sin verificar primero la fuente. La educación digital y la precaución constante son las mejores defensas ante este panorama cambiante de estafas en la web.