El Presidente Nayib Bukele anunció que, gracias a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno de El Salvador inyectará US$1,000 millones (equivalentes al 2.8% del PIB) en liquidez adicional a la economía nacional en los próximos días. Esta medida busca dinamizar la economía en el corto plazo y fortalecer el mercado interno.

Los fondos serán canalizados mediante pagos anticipados a micro, pequeñas y medianas empresas, adelantos a proveedores y amortización de créditos internos. Con esto se pretende aliviar la presión financiera sobre el sector productivo y estimular su capacidad operativa e inversión.

El mandatario aclaró que esta inyección no proviene de emisión monetaria local, sino de divisas ya existentes en los mercados internacionales. Por ello, el Gobierno asegura que no se generará un impacto inflacionario, lo que protege el poder adquisitivo de la población y la estabilidad de los precios.

La estrategia tiene como fin impulsar el consumo, promover las ventas del sector comercial y fomentar el movimiento económico sin comprometer la estabilidad macroeconómica del país. Se espera que este estímulo beneficie especialmente a los pequeños negocios, que forman una parte clave del tejido productivo nacional. Con esta iniciativa, el Gobierno busca aprovechar la cooperación internacional para reforzar el crecimiento económico, sostener la recuperación postpandemia y seguir construyendo condiciones favorables para la inversión y el empleo.