El Gobierno de El Salvador, a través de la Dirección General de Aduanas, continúa fortaleciendo el desarrollo económico nacional mediante una transformación estratégica de sus fronteras. Esta semana se oficializó la Integración Profunda de Operaciones Aduaneras y Migratorias con Guatemala, marcando un hito con la inauguración del sistema integrado en el puesto fronterizo Anguiatú–La Ermita. La iniciativa busca facilitar el comercio, atraer inversión y mejorar el clima de negocios en la región.

La integración entre El Salvador y Guatemala permite que los procesos migratorios y aduaneros se realicen de manera conjunta, eliminando duplicidades y reduciendo los tiempos de espera para transportistas y viajeros. Gracias al uso de tecnología avanzada, como escáneres, básculas electrónicas y cámaras de reconocimiento, el cruce fronterizo se vuelve más rápido, eficiente y seguro.
Uno de los componentes clave de esta transformación es la Declaración Anticipada, un mecanismo que permite tramitar de forma digital y anticipada documentos como la carta de porte, el manifiesto de carga y la DUCA F pagada. Esto optimiza significativamente los procesos logísticos, permitiendo a las empresas ahorrar tiempo y recursos.

Con la disminución de los tiempos en frontera y la simplificación de trámites, también se generan beneficios económicos directos: menor gasto operativo para las empresas, mayor competitividad comercial y un entorno más favorable para la inversión extranjera. Todo esto se traduce en un impulso directo al crecimiento económico de El Salvador y su integración efectiva en los mercados regionales.
Esta transformación fronteriza no solo representa una mejora en la infraestructura logística, sino también una apuesta estratégica por una economía más conectada, moderna y productiva. La eficiencia en el comercio transfronterizo fortalece el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, fomenta nuevas oportunidades de negocios y posiciona al país como un socio confiable en la región.
