La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reafirmó su compromiso con el fortalecimiento de la cooperación internacional y la transformación de la arquitectura financiera global, con el objetivo de impulsar un desarrollo más inclusivo, productivo y sostenible en la región. Durante una importante conferencia internacional sobre financiación para el desarrollo, el organismo regional de las Naciones Unidas hizo un llamado a atender con urgencia los desafíos estructurales de financiamiento que enfrenta América Latina y el Caribe.

Encabezada por su Secretario Ejecutivo, José Manuel Salazar-Xirinachs, la delegación de la CEPAL ha asumido un rol activo en el foro global, destacando la necesidad de implementar mecanismos más justos y eficaces para el acceso a financiamiento, así como para la gestión de la deuda y la participación equitativa en la toma de decisiones globales. Según el organismo, la respuesta a los desafíos actuales requiere una acción coordinada a nivel multilateral, que permita cerrar brechas históricas y avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La CEPAL ha insistido en que, si bien la movilización de recursos internos es esencial para fortalecer la capacidad fiscal de los países, esto por sí solo no es suficiente. Es imprescindible —señala— una profunda reforma del sistema financiero internacional, que contemple las particularidades y necesidades de los países en desarrollo, garantizando mayor equidad y acceso a recursos para impulsar inversiones transformadoras.

Durante su participación en múltiples paneles y eventos, la Comisión ha subrayado temas clave para la región, como la transición energética, la transformación digital, la inclusión financiera y la innovación productiva. Estos temas, considerados pilares para un desarrollo sostenible, también requieren de financiamiento oportuno, predecible y accesible.
Con su presencia en este espacio internacional, la CEPAL busca consolidar una voz colectiva de América Latina y el Caribe, promoviendo una visión de desarrollo centrada en la justicia social, la resiliencia económica y la sostenibilidad ambiental, enmarcada en una nueva gobernanza financiera global que responda a los desafíos del siglo XXI.