
HONOR400 Series incluye funciones innovadoras como Imagen a Video con IA, retratos cinematográficos y la posibilidad de crear collages animados.
Cada 1.º de octubre El Salvador celebra el Día del Niño, una fecha que no solo recuerda la importancia de proteger y acompañar a los más pequeños, sino también una invitación a reconectar con el niño que todos llevamos dentro. Entre juegos, curiosidad y asombro, la niñez está marcada por momentos únicos que merecen ser capturados y revividos.
Pensando en esa magia, la Serie HONOR 400, es una familia de smartphones diseñada para convertirnos en verdaderos genios de la fotografía, con herramientas que permiten transformar cada instante en un recuerdo imborrable.
Con su cámara AI ultra nítida de 200MP, funciones innovadoras como Imagen a Video con IA, retratos cinematográficos y la posibilidad de crear collages animados, cada usuario puede revivir la emoción de descubrir el mundo con ojos de niño, capturando detalles, colores y emociones con una fidelidad sorprendente.
A esa experiencia se suma la batería de 6000 mAh de silicio y carbono, que asegura una autonomía duradera para acompañar cada juego, paseo o aventura en familia. Diseñada para resistir incluso en ambientes exigentes, esta batería se combina con la carga rápida por cable HONOR SuperCharge de 80W en el HONOR 400 y 100W en el HONOR 400 Pro, garantizando energía constante para no perder ningún momento importante.
Con la Serie HONOR 400 queremos que cada persona despierte el niño que lleva dentro, con la libertad de crear, jugar y sorprenderse de nuevo. Estos dispositivos no solo ofrecen innovación y durabilidad, sino también la posibilidad de guardar y revivir la magia de la infancia con cada fotografía.
En este Día del Niño, HONOR invita a celebrar con una mirada diferente: a través del lente de un smartphone que convierte la nostalgia en creatividad y la tecnología en aliada para atesorar lo que más importa. Porque ser independiente, en la nueva era digital, también significa tener la libertad de volver a emocionarnos como niños.