El «Plan Económico para El Salvador» tiene como objetivo principal fortalecer la economía salvadoreña y mejorar la accesibilidad a los alimentos para la población. Una de las medidas clave anunciadas es la eliminación de aranceles por un período de 10 años a productos como fertilizantes, abonos y alimentos para animales (incluyendo aves y peces) y demás insumos que utilizan los agricultores y productores nacionales. Esta acción busca hacer más competitivos a los productores nacionales frente a los importadores, fomentando así la autosuficiencia en la producción de alimentos.
En la primera fase del plan, llamada «Alimentación», se destacan iniciativas como la instalación de Agromercados y la construcción de centros de abasto en todo el país. Estos centros están diseñados para mejorar la distribución de productos agrícolas y reducir costos para los consumidores. El objetivo es facilitar un acceso más directo y económico a los alimentos básicos, beneficiando a toda la población.
Además de la exoneración de aranceles a 116 productos como parte de esta fase inicial, se prevé la construcción de nuevas centrales de abasto en varias localidades. Esta estrategia apunta a fortalecer la infraestructura de distribución de alimentos, lo que debería contribuir a una mayor estabilidad en los precios y una oferta más consistente de productos frescos en el mercado local. El plan económico busca no solo mejorar la economía nacional, sino también elevar la calidad de vida de los ciudadanos mediante un enfoque integral que fortalece la producción agrícola y optimiza la distribución de alimentos básicos en El Salvador.