La Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) alertó a la población sobre una peligrosa modalidad de delito financiero conocida como “mulas financieras”. Esta práctica se ha vuelto cada vez más común como parte del engranaje de redes de estafa que operan en línea y afectan tanto a víctimas directas como a quienes, sin saberlo, terminan colaborando con los estafadores.

El término “mula financiera” se refiere a personas que permiten que su cuenta bancaria sea utilizada para recibir y transferir dinero de origen ilícito. En muchos casos, estos individuos son engañados a través de anuncios de “trabajo desde casa” o propuestas aparentemente legítimas en redes sociales o páginas web, donde se les ofrece una comisión por aceptar transferencias y reenviarlas a otras cuentas.
Lo que muchas personas desconocen es que participar en esta cadena, incluso sin saber el origen del dinero, constituye un delito grave de lavado de dinero. Las consecuencias legales pueden incluir desde el congelamiento de cuentas bancarias hasta sanciones penales, incluyendo penas de prisión.
ABANSA explica que los estafadores, tras obtener dinero mediante fraudes digitales, necesitan moverlo sin dejar rastro. Para ello, usan a las “mulas” como intermediarios que dificultan el rastreo del capital ilícito. Estas personas se convierten en eslabones clave de las redes delictivas, aunque no siempre sean conscientes de ello.

Para evitar caer en este tipo de estafa, ABANSA recomienda seguir una serie de buenas prácticas:
1. Desconfiar de ofertas de empleo que impliquen recibir o transferir dinero sin una justificación clara.
2. Nunca entregar los datos personales o bancarios a desconocidos o a sitios sin verificación.
3. Consultar siempre con las autoridades o con el banco en caso de recibir una oferta sospechosa.
4. Rechazar cualquier propuesta de “negocio” que implique usar su cuenta bancaria como canal.
La Asociación recuerda que la participación, voluntaria o no, en actividades relacionadas con el movimiento de fondos obtenidos por medios fraudulentos, es sancionada por la ley. La mejor protección es la información, y por eso instan a la población a educarse sobre estas amenazas y mantenerse alerta ante cualquier ofrecimiento dudoso.