El Grupo Banco Mundial anunció un importante aumento en su financiamiento al sector agroindustrial, duplicando sus compromisos hasta llegar a US$9 mil millones anuales para el 2030. Este cambio busca liberar inversión privada, aumentar la productividad y mejorar la resiliencia climática, creando un ecosistema integral para la agroindustria.
El nuevo enfoque responde a cuatro tendencias clave: el cambio climático, innovaciones en finanzas, digitalización y la solución a la fragmentación. Además, el Banco Mundial apunta a aprovechar la creciente demanda de alimentos, que se espera aumente un 60% en las próximas décadas, y a fomentar la creación de empleos en los mercados emergentes.
Ajay Banga, presidente del Grupo Banco Mundial, destacó que esta estrategia permitirá superar los esfuerzos fragmentados del pasado, integrando soluciones desde la producción hasta la logística, centradas en pequeños agricultores y organizaciones de productores.
Este enfoque ecosistémico es el resultado de más de 16 meses de trabajo interno, que busca simplificar la operación del Banco y coordinar mejor sus recursos para ofrecer soluciones personalizadas. El Grupo combinará los recursos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA).
El Banco Mundial también busca movilizar hasta US$5 mil millones adicionales para el 2030, ayudando a los gobiernos a reformar regulaciones, estándares y financiamiento climático. Además, facilitará el acceso de los pequeños agricultores a cadenas de suministro, mejorando su productividad y sostenibilidad.
Con estas medidas, se espera que el aumento de la productividad agrícola genere más empleos, ingresos, alimentos de mejor calidad y una mejor nutrición, al mismo tiempo que se reducen las emisiones de carbono y se mejora la calidad del agua y el aire.