El sector económico salvadoreño experimenta un impulso significativo con la reciente presentación de Amanelli, un ambicioso proyecto habitacional en el icónico Lago de Coatepeque. Esta iniciativa, liderada por la desarrolladora Urbania, representa una inversión sin precedentes de US$800 millones, marcando un hito en el desarrollo privado del país.

La magnitud de este proyecto va más allá de la construcción de viviendas; se proyecta como un catalizador económico que generará miles de empleos directos e indirectos. Se estima que la inversión de US$800 millones equivale al 20% de lo proyectado para el distrito de Santa Ana, lo que subraya su impacto transformador en la región occidental.

Amanelli no solo se enfoca en la edificación, sino también en la integración armónica con el entorno natural del Lago de Coatepeque. La planificación de doce años ha priorizado la sostenibilidad y el respeto medioambiental, combinando un diseño de vanguardia con la preservación de los espacios naturales.

Este desarrollo de lujo incluirá apartamentos de hasta tres habitaciones, una laguna artificial de alta tecnología, club de playa, canchas deportivas y extensos senderos naturales. La visión de Urbania se alinea con la estrategia gubernamental de dinamización económica, atrayendo inversiones colaterales que beneficiarán a diversas instituciones.

“La tipología del proyecto se adapta a la zona en todo aspecto, en cuanto a la parte medioambiental y la sostenibilidad, así como el cuidado del diseño, manejo y espacio público”, dijo el Director Ejecutivo de la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS), Luis Rodríguez.

La elección de El Salvador como el primer destino para la expansión regional de Urbania, una destacada inmobiliaria de Costa Rica, resalta el creciente atractivo del país para la inversión extranjera. Esta apuesta de US$800 millones es una señal clara del renacimiento económico salvadoreño y su potencial como polo de desarrollo.
