El sector cafetalero de El Salvador celebra un período de notable éxito. Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), las exportaciones de café han superado los US$137.56 millones entre enero y julio de 2025, marcando su cifra más alta en los últimos tres años.
Este logro subraya el dinamismo y la resiliencia de los productores locales, que han sabido capitalizar las oportunidades del mercado internacional.

Este repunte es el resultado de un incremento tanto en el volumen como en el precio del café. Se exportaron más de 476,100 quintales, lo que representa un crecimiento del 11.1% respecto al mismo período en 2024. Este aumento en la cantidad, sumado a una estrategia de valor agregado, demuestra la capacidad del país para satisfacer la demanda global.
Además del volumen, el precio promedio por quintal exportado alcanzó los US$289. Este aumento del 28.6% en el valor del producto ha sido un factor clave para el crecimiento general de las exportaciones, inyectando un importante capital a la economía nacional y beneficiando directamente a los caficultores.

La diversificación de mercados también ha sido fundamental para este éxito. El 44% de las exportaciones se dirigieron a Estados Unidos, consolidando a este país como uno de los principales socios comerciales. La calidad del café salvadoreño continúa abriéndose camino, generando confianza y una sólida reputación en el extranjero.
Este panorama positivo contrasta con el de otros productos agrícolas como el azúcar, cuyas exportaciones han disminuido. Sin embargo, el crecimiento del café ha compensado esta caída, destacando su rol como pilar de la economía. Este impulso revitaliza la esperanza en el sector, promoviendo la inversión y el desarrollo sostenible.

La exportación del café no solo beneficia a los productores, sino que también impulsa a industrias relacionadas y contribuye a la estabilidad económica del país.