El Presidente Donald Trump anunció que su administración impondrá un arancel del 200% a las bebidas alcohólicas importadas de la Unión Europea (UE) si el bloque no elimina de inmediato el impuesto del 50% que aplicó al whisky estadounidense. La declaración, realizada en su red Truth Social, marca un nuevo episodio en la creciente guerra comercial entre ambas partes.

Esta amenaza surge en respuesta a la decisión de la UE de gravar el whisky de EE.UU. como represalia a los aranceles del 25% impuestos por Washington sobre el acero y el aluminio europeos. La medida de Trump, de concretarse, impactaría fuertemente a productores de vino, champán y otras bebidas alcohólicas en países como Francia, Italia y España.
Trump defendió la posible imposición del arancel como un impulso para los productores de bebidas en Estados Unidos. «Esto será estupendo para los negocios del vino y el champán en EE.UU.», afirmó. Sin embargo, la escalada de la disputa genera incertidumbre entre exportadores e importadores, que temen mayores restricciones comerciales.

La rapidez con la que se han desarrollado los acontecimientos refleja la volatilidad de las tensiones comerciales. En menos de 36 horas, los aranceles de Trump al acero y aluminio europeos entraron en vigor, la UE respondió con impuestos al whisky y ahora el expresidente amenaza con un golpe aún mayor a la industria europea del alcohol.
Este conflicto comercial podría tener consecuencias significativas para el comercio global si ambas partes no llegan a un acuerdo. Mientras tanto, los sectores afectados observan con preocupación el impacto que estas medidas podrían tener en los precios y en la estabilidad del mercado.

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