El acceso a electricidad en forma asequible, segura y de calidad tiene una gran importancia en los hogares. Este servicio no solo se relaciona con la iluminación y la carga de artefactos electrodomésticos, sino que también con la mejora de otros derechos fundamentales.
Según la fundación, organismos indican que el nulo acceso a la electricidad en los hogares los coloca en una condición de pobreza energética, pues les impide satisfacer necesidades básicas. Que les permitió realizar un resumen sobre el avance del acceso a la electricidad en América latina y El Caribe, con datos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
Honduras tiene la menor cobertura eléctrica nacional y Uruguay la más alta. De acuerdo a los datos de OLADE, en el año 2020, el acceso a electricidad a nivel nacional en Honduras era del 85.02%, bastante inferior al 99.90% que tenía Uruguay en el mismo año.
De los 16 países estudiados en Economía y Sociedad, Honduras, Guatemala, Bolivia y Panamá son las naciones que al año 2020 mantienen una mayor pobreza energética (entre el 5.65% y el 14.98%), Chile, Brasil y Uruguay son los países con los niveles más bajos de pobreza energética.
Honduras, Bolivia y Colombia muestran alta disparidad en acceso a electricidad rural y urbana. El acceso a la electricidad rural, en comparación con la urbana, es menor en 23.6%, 19.2% y 11.4%, respectivamente. Confirmando que la pobreza energética es mayor en esa área geográfica.
La fundación hace el llamado a los Gobiernos de países con más déficit en cobertura eléctrica, a reforzar programas de inversión en infraestructura en ese sector, que favorezca el acceso universal al servicio energético asequible, fiable y moderno, con énfasis en lo rural.