El Foro Económico Mundial destaca que casi la mitad del PIB global, equivalente a US$44 billones, depende de la naturaleza, poniendo en evidencia la necesidad urgente de que las empresas adopten estrategias que promuevan la sostenibilidad ambiental. Esta interdependencia económica y ambiental subraya la importancia de implementar una economía que valore y proteja los ecosistemas.
La degradación ambiental y la pérdida de biodiversidad están ocurriendo a un ritmo acelerado, lo cual representa una amenaza tanto para los ecosistemas como para la estabilidad económica y el bienestar humano. A medida que los recursos naturales se agotan, la presión recae sobre las empresas para que adopten prácticas más sostenibles.
Muchas compañías dependen directamente de los recursos naturales para sus productos y servicios, lo que implica que tienen un papel fundamental en la protección de estos sistemas. Al adoptar estrategias positivas para la naturaleza, las empresas pueden contribuir significativamente a mitigar el impacto ambiental y apoyar la sostenibilidad a largo plazo.
Para avanzar en esta transición, las empresas líderes están implementando siete estrategias clave, que incluyen la adopción de prácticas de economía circular, la reducción de emisiones, la inversión en restauración de ecosistemas y la innovación en procesos sostenibles. Estas prácticas buscan no solo reducir su huella ambiental, sino también aportar al desarrollo económico.
La transición hacia una economía positiva para la naturaleza requiere el compromiso de todos los sectores. Con casi la mitad del PIB mundial en riesgo, el rol de las empresas es fundamental para crear un futuro sostenible y garantizar la preservación de los recursos naturales para las generaciones futuras.