La reciente incorporación de dos cruciales vacunas al Esquema Nacional de Vacunación de El Salvador representa un alivio económico significativo para miles de familias. El Ministerio de Salud, bajo la dirección de Francisco Alabi, ha logrado que estas inmunizaciones de alto costo en el sector privado sean accesibles de forma gratuita.
Este beneficio económico es palpable al considerar los precios de mercado. La vacuna contra el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) puede superar los US$400, mientras que la tetravalente oscila entre US$90 y US$100 en establecimientos privados. La gratuidad en el sistema público elimina esta pesada carga financiera para los hogares salvadoreños.

La vacuna contra el VSR, aplicada a madres embarazadas, ataca la principal causa de muerte por problemas respiratorios en niños menores de un año. Su implementación gratuita no solo salva vidas, sino que también previene gastos catastróficos asociados a hospitalizaciones y tratamientos prolongados para las familias.

Por su parte, la vacuna tetravalente, destinada a niños de cuatro años, protege contra difteria, tétanos, tos ferina y poliomielitis. Esta adición refuerza el ya robusto esquema de vacunación salvadoreño, evitando el resurgimiento de enfermedades y sus consecuentes gastos médicos.
El impacto va más allá del ahorro directo. Un esquema de vacunación sólido y accesible fomenta la productividad laboral al reducir la incidencia de enfermedades que impiden a los padres trabajar y a los niños asistir a la escuela. Esto contribuye a un mejor desarrollo humano y económico del país.

La estrategia del Gobierno salvadoreño de priorizar la salud pública de calidad con coberturas nacionales refleja una inversión inteligente en el bienestar y futuro económico de sus ciudadanos. La inmunoprevención reduce padecimientos que, a largo plazo, comprometerían la esperanza de vida y la estabilidad financiera familiar.