En julio, los precios de las materias primas se mantuvieron relativamente estables, aunque con algunas variaciones destacables. Según el informe Pink Sheet del Banco Mundial, los precios de la energía vieron un aumento general del 2.1% en este mes, con el crudo liderando el incremento al subir un 2.5%. A pesar de este aumento en los precios de la energía, los precios no energéticos experimentaron una caída del 2.3%.
En el sector agrícola, los precios disminuyeron un 2% en julio. Dentro de este grupo, los precios de los alimentos bajaron un 1.1%, impulsados principalmente por una caída significativa en los precios de los granos, que descendieron un 5.7%. Además, los precios de las materias primas en general cayeron un 0.6%, mientras que las bebidas vieron una disminución notable del 5.6%. A diferencia de estos descensos, los precios de los fertilizantes aumentaron un 1.8%.
Por otro lado, los precios de los metales mostraron una tendencia a la baja en julio. En particular, los precios de los metales cayeron un 3.4%, con caídas destacadas en el níquel (-6.6%), el aluminio (-5.9%) y el cobre (-2.7%). Esta disminución en los precios de los metales industriales contrasta con el desempeño de los metales preciosos, que vieron un incremento del 2.7%.
Los metales preciosos, en particular el oro y la plata, tuvieron un buen desempeño en julio. El oro experimentó un aumento del 3.1%, mientras que la plata subió un 0.7%. Este aumento en los precios de los metales preciosos sugiere una mayor demanda o una mayor percepción de valor en comparación con los metales industriales.
Pink Sheet del Banco Mundial destaca que, mientras que los precios de la energía y los metales preciosos aumentaron, los precios agrícolas y de metales industriales experimentaron descensos en julio. Este panorama refleja la variabilidad en los mercados de materias primas y las diversas dinámicas que influyen en los precios de diferentes categorías de productos.