El patrimonio de la banca salvadoreña ha alcanzado una cifra histórica, llegando a US$2,676.9 millones. Este impresionante aumento de US$160.3 millones, que representa un 6.4% más en comparación con el mismo mes del año anterior, subraya la creciente fortaleza y estabilidad del sistema financiero del país. Esta expansión es una señal inequívoca de la confianza en la economía salvadoreña.

Este auge patrimonial tiene un impacto significativo en la economía nacional. Un sistema bancario robusto se traduce en una mayor capacidad para otorgar créditos, impulsando así la inversión productiva y el consumo. Esto a su vez estimula el crecimiento económico, la creación de empleo y la mejora del bienestar general de la población salvadoreña.

El liderazgo en este crecimiento recae en las siguientes instituciones financieras del país. Banco Agrícola se posiciona a la cabeza con US$590.3 millones, representando un 22.1% del patrimonio total. Le siguen de cerca Banco Cuscatlán con US$467.3 millones (17.5%) y BAC Credomatic con US$381.1 millones (14.2%), consolidando su dominio en el panorama bancario.
Por otro lado, aunque con una participación menor, otros bancos también contribuyen al dinamismo del sector. Banco ABANK registró un patrimonio de US$33.5 millones, lo que equivale a un 1.3% del total. De manera similar, Citibank alcanzó los US$46.6 millones, representando un 1.7% del patrimonio, mostrando la diversidad y competitividad del sistema bancario nacional.

Este crecimiento generalizado del patrimonio bancario es una noticia extremadamente positiva para El Salvador. Un sector financiero sólido y en expansión es un pilar fundamental para el desarrollo económico sostenible, atrayendo inversiones y generando un ambiente de confianza que beneficia a todos los ciudadanos y al futuro próspero del país.