
El exalcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, fue condenado a 18 años de prisión por su implicación en negociaciones con pandillas a cambio de apoyo electoral durante las elecciones presidenciales de 2014 y las legislativas y municipales de 2015. El Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador dictó una pena de 12 años por ofrecer beneficios económicos a miembros de pandillas a cambio de votos y 6 años adicionales por su participación en agrupaciones ilícitas.
La Fiscalía General de la República había solicitado previamente una pena de 24 años de prisión para Muyshondt, acusándolo de fraude electoral y agrupaciones ilícitas. La sentencia también afecta a otros implicados en el caso, incluyendo a Benito Lara, exministro de Justicia y Seguridad Pública; Arístides Valencia, exministro de Gobernación; el periodista Paolo Lüers; y el civil Wilson Alvarado Alemán, quienes recibieron condenas de 18 años de prisión por delitos similares.

Este fallo se enmarca en una serie de acciones judiciales contra exfuncionarios acusados de negociar con pandillas para obtener apoyo electoral. En 2024, Norman Quijano, también exalcalde de San Salvador, fue condenado a 13 años y 4 meses de prisión por delitos relacionados.

La sentencia contra Muyshondt ha generado reacciones en la sociedad salvadoreña, con opiniones divididas sobre la justicia del proceso y la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas del país.