El Gobierno de El Salvador ha destinado importantes recursos para reactivar la economía nacional a través del fortalecimiento de las micro y pequeñas empresas (mype) del sector turístico, uno de los pilares productivos más relevantes del país. Esta estrategia busca consolidar la recuperación tras los efectos de la pandemia y capitalizar el crecimiento sostenido del turismo, con una apuesta clara por el financiamiento, la capacitación y la innovación.

Con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), el Ministerio de Turismo (MITUR) y CONAMYPE, se ha ejecutado el proyecto “Desarrollo de micro y pequeñas empresas dinámicas”, que ha canalizado inversiones clave en asesoría técnica, equipamiento y formación. De forma directa, se han beneficiado más de 224 emprendimientos con acceso a diplomados, laboratorios de aceleración y capital semilla.
La ministra de Turismo, Morena Valdez, destacó que el impacto económico es contundente: en 2024, el sector turístico generó más de US$3,400 millones, duplicando su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) en comparación con 2019, al pasar del 5 % al 10 %. Esta cifra refleja no solo el interés de los visitantes internacionales, sino también la capacidad empresarial interna que está siendo potenciada por estos programas.
El fortalecimiento del ecosistema mype se traduce también en un cambio de enfoque. “Este tipo de proyectos nos está ayudando a cambiar la mentalidad de muchos empresarios turísticos, que antes solo veían su negocio como algo inmediato; ahora lo proyectan a largo plazo, con estrategia y sostenibilidad”, afirmó Valdez. Este nuevo enfoque empresarial impulsa la resiliencia económica del país.

El Gobierno ha reiterado su compromiso con la transformación productiva de El Salvador, priorizando sectores estratégicos y construyendo un entorno favorable para el crecimiento empresarial. El turismo, al estar compuesto en un 75 % por mipymes dentro de su cadena de valor, representa un motor clave en esta visión, y continuará siendo objeto de inversiones con enfoque territorial y sostenibilidad.
Con este tipo de acciones, El Salvador no solo recupera terreno perdido por la pandemia, sino que se posiciona como un destino competitivo, respaldado por una base empresarial fortalecida. La apuesta por las mipymes turísticas es, al mismo tiempo, una apuesta por la generación de empleo, el desarrollo local y el ingreso de divisas que dinamizan toda la economía nacional.