
América Latina y el Caribe se destacan por su rápido avance en la adopción de cuentas digitales. Según el informe Global Findex 2025, el 37% de los adultos en la región ya cuenta con una cuenta de dinero móvil o digital, un salto importante frente al 22% registrado en 2021. Este crecimiento refleja cómo los teléfonos móviles y el internet están transformando la forma en que las personas administran su dinero, desde el ahorro hasta los pagos diarios.

La tecnología digital ha permitido que millones de personas realicen depósitos, pagos y transferencias sin necesidad de acudir a un banco tradicional. En países con economías de ingreso bajo y mediano, el 75% de los adultos ya tiene una cuenta en una institución financiera o con un proveedor de dinero móvil. Estas herramientas son más accesibles, seguras y económicas, lo que impulsa la independencia económica y promueve una mayor participación en la economía formal.
Sin embargo, el informe también advierte que 1,300 millones de adultos en el mundo aún no tienen una cuenta financiera, a pesar de que el 86% posee un teléfono móvil. Esto significa que millones de personas tienen el potencial de acceder a servicios digitales, pero aún enfrentan barreras como la falta de conectividad, conocimiento financiero o infraestructura adecuada.

Los expertos destacan que ampliar la inclusión financiera no solo depende de la tecnología, sino también de crear un entorno seguro y confiable. Esto incluye una buena protección al consumidor, sistemas de pago interoperables y productos diseñados para las necesidades de las personas más vulnerables.

Con el apoyo adecuado, los servicios financieros digitales pueden convertirse en una puerta hacia el desarrollo económico y la reducción de la desigualdad en América Latina. La inclusión digital no solo conecta teléfonos, sino también oportunidades para millones de personas que buscan mejorar su calidad de vida.
