Denis Muñoz 
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha presentado un nuevo informe que revela una mejora significativa en las perspectivas del mercado laboral mundial para los jóvenes en los últimos cuatro años. Esta tendencia positiva se espera que continúe durante al menos dos años más. Actualmente, la tasa de desempleo juvenil se sitúa en un 13%, que es el nivel más bajo registrado en los últimos 15 años, y una disminución respecto al 13,8% registrado antes de la pandemia en 2019. Se prevé que esta tasa continúe disminuyendo, alcanzando el 12,8% tanto este año como el próximo.
A pesar de la caída en la tasa de desempleo juvenil, el informe destaca una falta de progreso en términos de empleo de calidad para los jóvenes. Más de la mitad de los trabajadores jóvenes en todo el mundo están empleados en el sector informal, lo que indica una ausencia generalizada de empleos decentes. En contraste, en las economías de ingresos altos y medianos altos, la mayoría de los trabajadores jóvenes gozan de empleos regulares y seguros. En cambio, en los países de bajos ingresos, tres de cada cuatro jóvenes solo logran acceder a trabajos autónomos o temporales remunerados.
El informe también señala una desigualdad de género en los beneficios de la recuperación del mercado laboral. A pesar de la mejora general, los hombres jóvenes han experimentado mayores beneficios en comparación con las mujeres jóvenes. En 2023, la tasa de desempleo juvenil para las mujeres jóvenes fue del 12,9%, apenas inferior a la tasa del 13% para los hombres jóvenes, lo que contrasta con la situación previa a la pandemia en la que los hombres jóvenes enfrentaban tasas de desempleo más altas que las mujeres jóvenes.
Este análisis pone de manifiesto la necesidad de políticas y estrategias más efectivas para asegurar que todos los jóvenes, independientemente de su género o ubicación geográfica, puedan beneficiarse de una recuperación laboral inclusiva y sostenible. La falta de empleos decentes y la persistente desigualdad de género subrayan la importancia de continuar trabajando hacia un mercado laboral que ofrezca igualdad de oportunidades y seguridad para todos los jóvenes.
Mientras que la tasa de desempleo juvenil global muestra una mejora alentadora, persisten desafíos significativos en términos de calidad del empleo y equidad de género. Las políticas futuras deben abordar estos problemas para asegurar que la recuperación del mercado laboral beneficie de manera equitativa a todos los jóvenes a nivel mundial.
