Durante Semana Santa, muchas personas aprovechan los días de descanso para salir de la ciudad, hacer compras o simplemente disfrutar en casa. Sin embargo, también es una época en la que los gastos pueden salirse de control si no se planifican bien. Para evitar afectaciones en el bolsillo, hay ciertas compras que sí resultan inteligentes durante esta temporada.
Especialistas en economía coincidieron en que, aunque los precios suelen subir por la alta demanda, también existen promociones estratégicas en productos y servicios que pueden aprovecharse sin poner en riesgo las finanzas personales. La clave está en saber en qué sí conviene gastar y cómo hacerlo.

Uno de los consejos más útiles es comprar productos no perecederos en promoción. Durante Semana Santa, muchos supermercados lanzan ofertas en alimentos enlatados, arroz, pastas y papel higiénico, artículos que no caducan rápido y pueden usarse más adelante. Hacer una compra inteligente de estos productos permite ahorrar a mediano plazo.
Otro gasto recomendable es invertir en actividades recreativas locales o gratuitas. En lugar de gastar en viajes costosos, las familias pueden optar por parques, museos con entrada libre o eventos comunitarios. Estas actividades permiten disfrutar del descanso sin comprometer el presupuesto.

El tercer tip está en aprovechar los descuentos en productos de temporada. Muchos comercios rebajan artículos como ropa ligera, lentes de sol o trajes de baño. Si bien no son indispensables, pueden ser buenas compras si se planifican y no representan un gasto impulsivo. Lo ideal es adquirir solo lo que realmente se necesita.

Hacer compras inteligentes durante Semana Santa no significa privarse de todo, sino saber elegir en qué sí conviene gastar. Con planeación, comparación de precios y priorizando necesidades, es posible disfrutar de los días libres sin remordimientos financieros.