Las remesas familiares enviadas a El Salvador alcanzaron los US$805.94 millones solo en abril de 2025, consolidando un crecimiento sólido del 15.2 % en los primeros cuatro meses del año, informó el Banco Central de Reserva (BCR). Este repunte ocurre pese al clima de incertidumbre generado por masivas deportaciones y nuevos impuestos sobre envíos desde Estados Unidos.

Entre enero y abril, El Salvador recibió US$3,075.7 millones en remesas, lo que representa US$406.6 millones adicionales frente a los US$2,669.1 millones del mismo período en 2024. Esta inyección de dinero supera ampliamente el ingreso por exportaciones en el mismo lapso y se ha convertido en un pilar económico clave para millones de hogares.
Las remesas familiares no solo reflejan el apoyo de los salvadoreños en el exterior, sino que también tienen un impacto macroeconómico significativo. Durante el cuarto trimestre de 2024, las remesas representaron el 23.9 % del Producto Interno Bruto (PIB), evidenciando su peso en la economía nacional por encima de sectores productivos tradicionales como las exportaciones.

Según el BCR, el 92.5 % de las remesas provino de Estados Unidos, con un total de US$2,844.1 millones, mostrando un crecimiento interanual de US$397.8 millones (16.3 %). Le siguen Canadá (US$26.9 millones), España (US$20.1 millones), Italia (US$18.4 millones) y México (US$4.1 millones), aunque con participaciones más modestas.
El sólido flujo de remesas ha permitido amortiguar los efectos de tensiones migratorias y barreras fiscales, demostrando la resiliencia del vínculo económico con la diáspora salvadoreña. Para muchas familias, este ingreso sigue siendo vital para el consumo, la educación, la salud y el dinamismo del comercio local.
